Crónicas de Indias

Las crónicas de Indias, un conjunto de textos que adopta la terminología de la escritura histórica medieval, aunque sólo en forma parcial. Cuando la Corona oficializa el cargo de "cronista de Indias", el término se generaliza para describir escritos con características similares. Así, la crónica de Indias adquiere un nuevo papel oficializado por la Corona española. Sin embargo, el término "crónica" se extendió a otros historiadores de Indias desde las primeras obras del siglo XVI, vaciándose de su significado medieval y terminando por equivaler a "historia" y "relación", términos utilizados indistintamente por los primeros cronistas.

José Carlos González Boixo reflexiona sobre este aspecto terminológico en su artículo “Hacia una definición de las crónicas de Indias” (González Boixo 1999). González Boixo señala que la lectura de las crónicas ofrece datos históricos verificables, pero advierte que estos datos se comunican, explican y justifican según una "convencionalidad cultural" (González Boixo 1999: 230) diferente, que debe considerarse para no distorsionar las realidades que pueden encubrir términos comunes.

El criterio de clasificación de las crónicas de Indias más utilizado en el pasado era temático, como en la "Historiografía indiana" de Estive Barba (Barba 1964). Según González Boixo, esta clasificación es inevitablemente incompleta por no abarcar la increíble variedad de las crónicas. También resulta insuficiente la clasificación histórica basada en coordenadas espacio-temporales, que excluye cuestiones textuales. Además, debemos evitar una clasificación estrictamente literaria y, en su lugar, buscar lo literario en escritos que también incluyen géneros no literarios, como la historia y la geografía.

Walter Mignolo aborda la literatura colonial, sus criterios de definición y clasificación en su estudio “Cartas, crónicas y relaciones del descubrimiento y la conquista” (Mignolo 1992), un análisis clave sobre la historiografía indiana. Los textos que Mignolo examina pertenecen a diferentes "formaciones textuales", organizadas por el referente (el descubrimiento y la conquista de las Indias) y por coordenadas cronológicas e ideológicas. Mignolo agrupa estos escritos en tres categorías: cartas, crónicas y relaciones, ilustrando sus características con gran detalle.

Las cartas, o cartas relatorias, comunican un acontecimiento y documentan un hecho para un destinatario específico, condicionando fuertemente la escritura. Entre estas cartas se encuentran los primeros textos del descubrimiento, donde el objetivo principal de Colón o Cortés no era escribir, sino descubrir y conquistar. La escritura era una actividad secundaria, una obligación para informar a la Corona española sobre los acontecimientos en las Indias.

Por otro lado, las relaciones no registran la observación libre del escritor, sino que responden a la petición de información de la Corona española, cada vez más codificada, como el cuestionario redactado en 1547 por el cronista mayor Juan de Ovando.

Contexto histórico

Incluye la etapa conocida como el Descubrimiento de Americano, así como relatos sobre los primeros años de conquista y colonización de los territorios americanos; los procesos iniciales, la dominación cultural, religiosa y política europea sobre los pueblos originarios. Dichas crónicas son un conjunto heterogéneo de narraciones, ya sea por su autoría, tiempo de escritura, o posición frente a la conquista, de un diverso grupo de cronistas, que ya sea porque escribieron directamente sus vivencias y experiencias durante viajes iniciales a América o porque recolectaron las experiencias relatadas por otros, constituyen un archivo histórico excepcional para estudiar el lenguaje, las motivaciones o los pensamientos preponderantes en la campaña de conquista y colonización de América por parte de los españoles del siglo XVI y de sus consecuencias en los años subsiguientes.

Después del descubrimiento de América por los europeos, se conocieron los relatos de los llamados "cronistas de Indias", que informaba sobre la geografía y el modo de vida de los indígenas americanos y de las colonias, desde las relaciones del mismo Cristóbal Colón, su hijo Hernando, la famosa carta de Américo Vespucio y muchos otros descubridores y conquistadores como Hernán Cortés. El carácter justificativo de esa producción es claro. La aportación en sentido contrario de Bartolomé de las Casas (Brevísima relación de la destrucción de las Indias) fue tan trascendental que dio origen a la Junta de Valladolid, en que le dio réplica Juan Ginés de Sepúlveda; e incluso a la llamada Leyenda negra al divulgarse por toda Europa como propaganda antiespañola. La visión de los indígenas, que vieron sus documentos y cultura material saqueados y destruidos, fue posible por algunos casos excepcionales, como el inca Felipe Guamán Poma de Ayala.

Muchos cronistas de Indias se centraron en zonas geográficas específicas, haciendo crónicas regionales de reinos de América. De entre ellos destacan: Bernal Díaz del Castillo, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, Inca Garcilaso de la Vega, Fray Pedro Simón, Pedro de la Cadena, Gonzalo Fernández de Oviedo, Juan de Castellanos, Fray Jacinto de Carvajal, Pedro Cieza de León, Hernán Cortés, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, Francisco López de Gómara, Diego Durán, Francisco Ximénez, Toribio de Benavente, Bernardino de Sahagún, Francisco de Aguilar, José de Oviedo y Baños, Joseph Luis Cisneros, algunos de ellos frailes que actuaron como misioneros.

La Conquista desde Dentro: Crónicas de los Vencidos y su Narrativa

Durante los primeros años de la colonización, la narrativa del descubrimiento y la conquista fue dominada por cronistas castellanos, quienes relataron los eventos desde la perspectiva del vencedor. Aunque las versiones españolas prevalecían, se carecía de una versión indígena que explicara la caída del Imperio y juzgara la derrota desde la perspectiva de los vencidos. A veces, se incluían voces indígenas en las crónicas castellanas, pero la intervención de intérpretes y escribanos españoles distorsionaba estas contribuciones.

Solo a finales del siglo XVI comenzaron a surgir las voces de cronistas indígenas y mestizos, quienes, a pesar de su escasa libertad bajo el régimen colonial, empezaron a ofrecer sus versiones. Entre ellos destacaron Titu Cusi Yupanqui, Juan Santa Cruz Pachacutic Salcamaygua, Felipe Huamán Poma de Ayala y el mestizo Inca Garcilaso de la Vega. Aunque estos cronistas estaban influenciados por la cultura hispánica, su mentalidad y manera de pensar seguían siendo profundamente indígenas.

Titu Cusi Yupanqui, uno de los primeros cronistas indios, narró en 1570 los eventos desde la caída del Imperio en Cajamarca y la resistencia de su padre Manco Inca. Aunque su relato fue escrito por un fraile español, conservaba elementos auténticos de la perspectiva indígena.

Santa Cruz Pachacutic y Huamán Poma de Ayala, a pesar de su influencia occidental, permanecían esencialmente indios en su espíritu y expresiones, mezclando elementos del folklore nativo con nociones cristianas. Sus crónicas son las primeras bilingües, reflejando una mezcla de español y quechua.

La crónica india, escrita predominantemente en español pero con una mentalidad quechua, mostraba una actitud fatalista frente a la conquista, explicando la derrota como un designio sobrenatural. Aunque el Inca Garcilaso coincidía en muchas de sus versiones con los cronistas indios, su mentalidad renacentista y cristiana lo diferenciaba de ellos.

En el terreno literario, la crónica india presentaba una mezcla de elementos indígenas y españoles, con un estilo considerado bárbaro desde el punto de vista español. A pesar de su inexactitud histórica, estas crónicas ofrecían valiosas aportaciones sobre el folklore y las tradiciones populares, destacándose por su ingenuidad y mezcla lingüística.

Estilo literario

Durante los siglos XV y XVI, en Florencia, Venecia, Milán, el renacimiento influyó en el pensamiento europeo produciendo la renovación de la literatura y las ciencias, sin embargo el providencialismo cristiano de la historiografía medieval prevaleció en la mayoría de los cronistas españoles. Un ejemplo claro, es la supuesta aparición del apóstol Santiago cabalgando en un caballo blanco durante la batalla de Centla:

"..Aquí es donde dice Francisco López de Gómara que salió antes que llegase Cortés con los de a caballo, y que eran los santos apóstoles señor Santiago o señor San Pedro. Digo que todas nuestras obras y victorias son por mano de Nuestro Señor Jesucristo, y que en aquella batalla había para cada uno de nosotros tantos indios que a puñados de tierra nos cegaran, salvo que la gran misericordia de Nuestro Señor en todo nos ayudaba..."

El historiador Edmundo O'Gorman dijo al respecto: «Se trata en realidad de una visión mesiánica de la historia, fundada en la inquebrantable fe que algunos españoles tenían en el destino providencial de su pueblo como elegido por Dios para implantar la monarquía universal católica hasta la consumación de los tiempos».[1]

Ubicación de textos

La gran mayoría de los escritos originales reposan en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España, algunos otros se encuentran en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial. Existen compilaciones comerciales en ediciones recientes con selecciones de crónicas de Indias. De las obras más destacadas se pueden mencionar:

Referencias

  1. O'Gorman, Edmundo (1979). Cuatro historiadores de Indias Sep Diana, p.66 México.

Bibliografía

  • Barba, Esteve (1964), Historiografía indiana, Madrid, Gredos.
  • Blas Aritio, Luis (2014). Vasco Núñez de Balboa: la crónica de los cronistas de Indias. Panamá: Ediciones Balboa. ISBN 9789962667179
  • Cuesta Domingo, Mariano (2008). "Los Cronistas oficiales de Indias. De López de Velasco a Céspedes del Castillo" Revista Complutense de Historia de Américade noviembre de la revista Volumen 33 (8 de febrero de 2008).
  • Díaz del Castillo, Bernal (1568) Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, (texto en la web cervantesvirtual)
  • Gálvez Acero, M, (1997) Crónica de una frustración inevitable: Bernal Díaz y su Historia verdadera. Revista de Filología Romántica, vol. II (n.° 14) págs. 127-141. Madrid.
  • López de Gómara, Francisco (1552) | (2006). Historia de la Conquista de México. Prólogo y estudio preliminar de Miralles Ostos, Juan; editorial Porrúa, ISBN 970-07-7021-4
  • Marín, M. (2008) Reseñas: “Bernal Díaz del Castillo: Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España (Manuscrito Guatemala). México, D.F.
  • Martínez López, Julio (2012). Bernal Díaz: uno de los primeros periodistas del Nuevo Mundo : soldado periodista de la Nueva España. Saarbrücken, Alemania: Editorial Académica Española. ISBN 9783659044731
  • Valbuena Briones, A. (1958) Épica e historia. España, Oviedo.
  • Vázquez Chamorro, Germán (2003). La conquista de Tenochtitlan, colección Crónicas de América, compilación de los cronistas J.Díaz, A.de Tapia, B.Vázquez, F. de Aguilar; El itinerario, pp 31-35. Dastil, S.L. ISBN 84-492-0367-8
  • Otros enlaces que se puede visitar para más información:
    • Catholic.net - La “leyenda negra” española y Fray Bartolomé de las Casas
    • https://webs.ucm.es/info/especulo/numero9/bcasas.html
    • https://webs.ucm.es/info/especulo/numero34/fraybar.html
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